«Heredera que huye, padre implacable, madre angustiada, novio en un aprieto. ¿Qué más se puede pedir para empezar?». Pues aún hay más: una escritora empeñada en contar una buena historia; un hombre, dedicado a la adoración del cuerpo, a quien le diagnostican un cáncer; quizás, un impostor; un cadáver fugitivo y un detective kantiano de los que piensan que la razón pura es el bien esencial para descubrir las trampas de este caótico mundo.

I read this in one sitting.

Read this in one sitting.

Barbara Braun is the daughter of John Braun, the man behind the Braun line of health foods and John Braun’s Home of Health spa. A self-made man of wealth and ego. He controlled everything and everyone in his world.

When Barbara fell in love with Dr. John Rogers, who worked for her father, she found her father forbid the relationship and told her he would disown her if she continued. Instead, Barbara left her home and had become Nikki Porter’s roommate.

Nikki Porter is an aspiring mystery writer. When she finds herself in the position to pose as Barbara, due to mistaken identity, she can’t resist. Barbara has no wish to return home, so Nikki steps in as a substitute. Both girls have a strong resemblance to each other.

When Nikki arrives at the Home of Health, she stumbles across a body — the bloody body of John Braun. Is it murder or suicide?

Nikki finds herself playing hide and seek to keep from getting picked up by the police. Sometimes she is right under their noses. Helping her is Ellery Queen, who got her into the mess when he mistook her for Barbara.

Nikki isn’t the only possible suspect. Cornelia Mullens, the statuesque, blonde athletic directress trainer, Rocky Taylor, the flashy dressing publicity man, Amos, an old man wearing rags and does odd jobs around the place, Mrs. Lydia Braun, the victim’s mousy wife, Dr. Jim Rogers, Zachary, Braun’s attorney — all had their reasons.

The real mystery is where did the body go on the way to the morgue? Who stole it and why.
There is a bit of a Keystone Kop touch to the plot, but Ellery comes through…by the skin of his teeth. ( )

Para mi el mejor descubrimiento ha sido el propio Ellery Queen, seudónimo de dos primos que escribían al alimón, y que además es el nombre del protagonista de sus novelas, un escritor de novelas policiacas con licencia de detective y que vive con su padre, inspector de policía. Todo un montaje. Pero no se queda atrás la rapidez de la narración. En este caso, un asesinato en una casa, pero el cadáver es escamoteado a la policía en dos ocasiones y ante sus propias narices; además, la principal sospechosa, de la que Ellery se enamora, es escondida por éste en su propia casa (es decir, en la de su padre, el policía encargado del caso) durante varios días. Por momentos es divertida, por momentos es angustiosa (las escenas finales, con carreras por el bosque para salvar a la chica y persecuciones de coches incluidas son cinematográficas del todo), y siempre sorprendente. Para ayudar, los autores utilizan trucos muy efectivos. Así, cuando el cadáver, que ya había sido robado una vez y recuperado, es introducido en el furgón del forense, y el asesino entonces se lleva el furgón y el cadáver literalmente en las narices de todos, todo esto no se cuenta, sino que se deduce de las exclamaciones directas de los personajes. De lo más entretenido. ( )