"Quienes esperen confabulaciones internacionales se llevarán una decepción, porque la verdad del 'Caso Rojas' no reside en una maquinación sofisticada, sino simplemente en un acto de maldad rayano en la estupidez. Quienes apunten a una verdad dramática, donde se explicite el abismo profundo en el cual cayó un hombre equivocado, entenderán hasta qué punto el fútbol chileno puede enfermarse".

En esta segunda entrega, queda más notoria la diferencia entre los autores al momento de seguir con la tendencia de revisar algunas historias que forman el carácter del fútbol chileno. Por un lado, Guarello juega más con el dato duro, la calidad periodística y la narración lineal e hilada para contar sus dos textos.

Por el otro, Urrutia deja que la historia sea contada por los protagonistas, pero abusando del autobombo y el autoplagio para aquello. Además, hay partes que se sienten puestas como a la fuerza, con entrevistas algo innecesarias (casi sexistas algunas) y sus textos son casi un vivencial de cómo fue parte de las historias que redactó, cerca de convertirse en un "yo durante la historia". La diferencia de plumas lo hace un libro irregular y donde la parte de Urrutia queda al debe. ( )