Eloy Tizón celebra la publicación de este conjunto de relatos hace 25 años regalándonos uno más, Zoótropo (Biografía de un libro), a modo de prólogo, en el que recuerda sus inicios como lector y como escritor. Le siguen los once relatos de la edición original para cuya lectura me faltan referencias para poder apreciar el monumental corpus en el que Tizón se ha sumergido para ofrecernos historias como estas.
La carta a Nabokov, las de Anatalia a su tía Berta, la historia de Fernando y Mabel, cuyo abuelo "no era más que un lugar desordenado", los cementerios donde la refugiada Klara está obligada a residir, y esa memoria sobre su tercero de BUP, en Velocidad de los jardines, que remata con un "Los quiero a todos" mientras rememora la historia de la entrada en la primera madurez de toda su clase justo antes de ser lanzados a la vida.
Las historias de Eloy Tizón van en globo y sólo consigues sujetarlas tirando de esa manía por el matiz con la que el autor las sitúa para ofrecernos la tierra prometida.
Además, esta edición conmemorativa de Páginas de espuma contiene fotografías del manuscrito tanto en las guardas como después del prólogo lo que resulta muy interesante para observar como se gestaron.
Como para repetir. Seguro. ( )

Sin duda el mejor cuento es el que da nombre al libro.Destacables también Los puntos cardinales y Familia, desierto, teatro, casa ( )

Alguien dirige una carta a un escritor fallecido. Una familia cargada de hijos atraviesa un continente devastado por la guerra, en busca de un balneario. Un viajante de comercio comienza a sospechar que en su rutina diaria acecha un reverso alarmante, tras varios encuentros fortuitos con dos personajes anónimos. Un hombre y una mujer se dan cita cada tarde, sin ellos mismos saberlo, bajo las luces de un parque romano: él ha extraviado una habitación y ella ha extraviado una historia. ( )