Mezcla de libro de viajes, de memorias y de novela, este libro plasma los pensamientos, sensaciones e historias (reales o inventadas) que el autor ha recopilado o le han sucedido en sus viajes por Europa, con un añadido en Marrakech. La mayor parte de las veces, el motivo es una ciudad (Viena, Barcelona, Estambul, Venecia, Sevilla), otras veces sólo un lugar o lugares (el palacio de Topkapi, los cementerios de París), o algún acontecimiento o viaje (las carreras de Ascot, Winbledon, el Oriente Express, el Queen Elisabeth), casi siempre con alguna mujer de por medio. El autor puede divagar mucho, pero nunca llega a ser aburrido, lo que tiene su mérito en más de mil cien páginas. Y lo cierto es que casi siempre consigue transmitir un ambiente, un aire, una sensación diferente para cada caso, desde la divertida distancia con los ingleses en Ascot o Wimbledon hasta el apasionado amor en Marrakech, pasando por la ambigüedad de sus andanzas en Estambul o el encorsetamiento paradójicamente entretenido de Viena. Wiesenthal no pretende describir los sitios, aunque parece ser un experimentado autor de guías de viaje, ni tampoco trazar su biografía más o menos íntima. Sólo nos cuenta lo que se le ocurre con un lugar o viaje como pretexto, huyendo también de las filosofías más o menos baratas: conoce sus límites y no se sale de ellos. En fin, que no se me ha hecho pesado, lo que ya es mucho teniendo en cuenta el género y el volumen. ( )