Como todos los jóvenes de buena cuna, entrenados para una vida de canciones y galanterías, Dilvish era impetuoso y no podía sufrir el ver a una damisela en apuros. Por ello, cuando su camino le hizo pasar, una noche aciaga, por aquella cumbre desolada donde una bella joven yacía atada a un altar siniestro a punto de sufrir un trágico destino. Dilvish no pudo sino intervenir. Pero el mago era Jelerak, el poderoso nigromante, y su irritación fue considerable al ver interrumpidas sus delicadas operaciones...

I love Zelazny, but I had a hard time "getting into" Dilvish. Each chapter is another adventure (of sorts) for the title character, as he searches for the wizard who sent him to Hell for 200 years. Some of the chapters are more engaging, others not so much. Worth reading, especially for Zelazny fans, but if you've not read anything by this author, START with Nine Princes in Amber. ( )

The best of these stories I still feel is "The Bells of Shoredan" which I first encountered as a youth of twelve or thirteen in one of my very first forays into Sword & Sorcery in a coverless paperback copy of Hans Stefan Santesson marvelous anthology "The Mighty Swordsman" (http://www.isfdb.org/cgi-bin/pl.cgi?44144). More comments on my review of the follow-up novel "The Changing Land." ( )

Я читала этот сборник рассказов на русском и с первой же новеллы мне резанул по глазам англифицированный перевод. Как-то совершенно неуютно и отрывочно. То ли перевод попался неудачный, то ли я забыла сам стиль Желязны. Книгу пришлось забросить, я её лучше на английском прочту.

Obra diría de senectud de Zelazny, autor que me impresionó con su Señor de la luz y que aquí me decepciona un mucho. Se trata de una selección de cuentos o historias cortas sobre Dilvish, un semielfo escapado del infierno, donde penó 200 años, para vengarse del hechicero que lo encerró allí. Le acompaña un caballo metálico habitado por un demonio.

Las principales carencias de la novela, para mí, son la ausencia de un entorno definido, la excesiva racionalidad del personaje que se toma a todo con una pachorra casi insultante, saliendo de todo con igual suerte, y la falta de tensión. Tiene elementos interesante, sobre todo cuando cuenta aspectos ajenos a Dilvish –quien a veces es casi un convidado de piedra-.
Siendo pura literatura pulp deja un sabor a psé, un regusto a qué grande era Howard, quien sí conseguía que vibraras. En las historias de Delvish asistes como espectador sin interesarte demasiado por lo que cuenta.

Lectura, en fin, de encefalograma plano, contada con oficio, eso no se puede negar, pero que no deja poso. ( )