Defensa de Sócrates,Critón, Hipias Menor, Ión, El banquete, Fedro y Fedón. ( )

Los diálogos tempranos, muy breves, me han resultado tremendamente ágiles y pegados a la tierra. Destacaría el primero, la "Apología de Sócrates". Los tres últimos de este tomo forman parte de los llamados "diálogos de madurez". Están mucho más elaborados tanto literariamente como desde el punto de vista conceptual, apareciendo numerosos mitos más o menos inventados. Ya leí en su momento "Fedón" y "Banquete" y ahora "Fedro" aparece como una sugerente reflexión sobre el sentido del lenguaje y, a través de él, el sentido de nuestro pensamiento.

Y es que, dos mil quinientos años después de haberse escrito, estos textos todavía le hacen a uno reflexionar. Con razón se dice que todo está ya aquí, y que el resto del pensamiento occidental son solo "notas a pie de página" de Platón, como afirma la frase de la contraportada de esta edición. El deber, la democracia y las formas de gobierno, la estética, el lenguaje, las esencias... todo está planteado por Platón de tal modo que, aunque a veces sus soluciones nos resulten superadas (sobre todo en los mitos), siempre consigue hacernos pensar de nuevo en ello.

Un punto de interés es también el histórico, puesto que Platón sitúa sus diálogos entre personajes y en escenarios reales, aludiendo a costumbres y situaciones documentadas. Esto refuerza la viveza de las reflexiones, junto con el impagable estilo literario, tan fresco como el de cualquier novelista. Nadie ha conseguido hasta ahora combinar con tanta alegría el pensamiento y la literatura. El famoso pasaje en que Sócrates "extrae" el conocimiento del esclavo de Menón, narrado en el diàlogo del mismo nombre, es insuperable en este sentido. Lejos de los pensadores solemnes, profesionales y obligatoriamente tristes que vinieron después, Platón presenta a las personas disfrutando de su pensamiento, y así hace que sus lectores también lo hagamos. ( )