En nuestros días se tiene más que nunca la tendencia a reducir la felicidad a la seguridad económica —por lo demás insaciable vista la creación indefinida de necesidad artificiales y la baja mística de la envidia—, pero lo que se pierde totalmente de vista al proyectar esta perspectiva en el pasado, es que el oficio tradicional y el contacto con la naturaleza y las cosas naturales son los factores esenciales de la felicidad humana. Semejantes factores desaparecen en la industria, que exige con demasiada frecuencia, si no siempre, un ambiente inhumano y manipulaciones casi «abstractas», gestos sin inteligibilidad y sin alma[...]. Cada vez más se pretende reducir nuestra inteligencia a lo que la máquina exige y nuestra capacidad de felicidad a lo que ofrece; no pudiendo humanizar la máquina se está obligado, al menos según una cierta lógica, a maquinizar al hombre.

Impresionante colección de ensayos en clave tradicionalista, de la mano de Frithjof Schuon. Digno continuador de Guenón, ofrece un análisis mucho más abarcativo, ya que incorpora otras tradiciones (por ejemplo, la de los pieles rojas) al juego. Muy interesante su desarrollo de los conceptos de Centro y Origen, así como de la supuesta «ingenuidad» de las civilizaciones tradicionales. En algunos momentos me resultó bastante difícil seguirle el ritmo, es verdad, aunque debo reconocer que tal vez fue falta mía, por mi ignorancia sobre ciertos temas. No obstante lo cual me parece una obra esencial para todo interesado en la espiritualidad y la tradición religiosa. ( )