Eberhard Mock, antiguo policía de Antivicio y actual vicejefe de la Sección Criminal, se mueve a sus anchas en la corrupta sociedad de la Breslau de entreguerras, chantajeando y abusando de sus poderes por doquier... pero ahora los acontecimientos amenazan con desbordarle.
Su joven mujer, la aristócrata Sophie, pianista, cocainómana, bisexual y simpatizantes del partido Nazi, se entrega a otros hombres para vengarse de los frecuentes desplantes de Mock. que solo vive para sus casos y sus placeres. Por mucho que intenta retenerla, Sophie amenaza con abandonarle justo cuando una ola de crímenes atroces conmueve a la ciudad. Las víctimas, cruelmente asesinadas, no guardan ninguna relación entre sí; únicamente, en cada caso, el asesino ha dejado su tarjeta de visita en forma de hoja de calendario.
¿Quién es el hipotético Asesino del Calendario, y qué importancia tienen las fechas en las que actúa? ¿Están implicados los miembros de la extraña secta apocalíptica Sepulchrum Mundi, que ha anunciado que se reproducirán crímenes y cataclismos de otros siglos? Mock tiene los recursos para resolver el caso y atrapar a los culpables, pero al vez no pueda salvarse a sí mismo.

The Mock series goes beyond noir into crime-gothic. Europe of old was good for that. Kinky aristocrats. Dinky servants. Hinky women. Creepy crimes. ( )

Dit tweede deel uit de reeks van tot nu toe vijf boeken over Eberhard Mock is voor mij de eerste kennismaking met deze inspecteur, een creatie van de Poolse classicus Marek Krajewski. De romans spelen in de Duitse stad Breslau, dat nu als Wrocław op Pools grondgebied ligt. De romans zijn gesitueerd in de twintiger jaren van de vorige eeuw. De stad wordt bevolkt door Duitsers, Polen, Joden en Russen.

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the short of it: Another excellent book in the Eberhard Mock series -- and I loved it.

the long of it: You can find my thoughts on my rather lengthy review . ( )

Ein Krimi, der im Breslau der 20-er Jahre spielt. Was für eine faszinierende Basis für einen Krimi. Leider ist Kriminalrat die meiste Zeit nur betrunken oder isst. Dass da Einwohner der Stadt auf grausamste niedergemetzelt werden, ist für ihn kaum von Bedeutung. Seine Streitereien mit seiner jungen Ehefrau scheinen ihn viel mehr zu beschäftigen, obwohl er absolut nicht mit ihr umzugehen weiß. Viel zu spät kommt der Kehrpunkt in der Geschichte, aber das rettet auch nichts mehr. Der Täter wird mehr oder weniger beiläufig überführt, während auf einmal noch andere Tragödien ans Tageslicht kommen. Hier wollte jemand ganz eindeutig viel zu viel, und hat dabei nichts vernünftig hinbekommen. Schade. ( )