Una novela repleta de historias cruzadas de gente rarísima acorralada en un hotel circular e indescriptible. El hotel está en perpetua transformación, como una imagen virtual, y es allí donde personajes estrafalarios se entrecruzan en las más diversas circunstancias, intercambiando sus roles. El autor maneja el lenguaje hasta la exaltación y logra que en este relato vuelva a brilla el humor feroz que algunos disfrutan y otros simplemente detestan. El argumento es imposible de transcribir, de hacerlo, habría que extenderse tanto como el mismo Maslíah lo ha hecho. Más bien es una novela en la que el autor nos revela su forma de concebir la literatura y pone toda una mecánica literaria al servicio del absurdo. En ese sentido su estilo es en cierto modo científico: tras el disfraz de la pantomima lo que se oculta es un "pensamiento científico", la literatura considerada como una ciencia de las posibilidades.