A third-person autobiography by the distinguished Swedish novelist and playwright. He talks about his literary career and the forces shaping his life, in particular his northern childhood and his struggle with alcoholism in the 1980s.

Enquist grew up with his widowed schoolteacher mother in a green-painted house in the remote village of Hjoggböle, near Bureå, about 1000km north of Stockholm. The village has produced a surprising number of celebrated writers: he puts this down to the effects of inbreeding, a practice that was sadly disappearing by his time, thanks to the introduction of the bicycle (a quip he frankly admits to having used in far too many interviews). The Enquist family belonged to a strict revivalist evangelical sect, and Per Olov was enrolled in the Swedish version of the Band of Hope as a small boy. He talks about the effect of growing up in the shadow of an elder brother, also Per Olov, who had died in infancy, and of his father, who died when Per Olov was six months old, leaving a last message exhorting the boy to grow up to be a Christian and a preacher. And of the frustration of not being allowed to go to the football matches that took place in the ungodly half of the village on Sundays.

And, of course, he went on to join in the radical left-wing student life of Uppsala around 1960, as well as becoming an athlete, a drama critic, a satirist and, later, a drinker. None of which would have gone down very well in Hjoggböle.

It reads like a frank and very open account of his life, full of self-criticism that varies in tone from amused to completely humiliated, but there is a lot of art about this as well: it's fairly obvious that there is a lot that he isn't choosing to tell us, and also that he makes quite sure we know all about his great successes as well. He tells us several times that he had only ever seen four plays before his paper made him a dramatic critic, but he also tells us that the play he cobbled together in a moment of inspiration after spending a term teaching American undergraduates about Strindberg was an overnight success. While he is telling us about his fiasco on Broadway, we also learn "by the way" about his close friendship with Ingmar Bergman. And so on.

The middle section of the book has a lot of detail and name-dropping about Swedish politics which is a bit dry for outsiders, but the childhood section and the last few chapters about his alcohol problems are very interesting reading for anyone, and there's also a lot along the way that lifts the curtain at least slightly on what it's like to be a writer who constantly faces the challenge to produce something new and meaningful out of his own inspiration. Very interesting. ( )

La mejor novela europea actual representa la realidad emocional a la que nos enfrentamos a diario. Una parte se ocupa del hombre en sociedad, por ejemplo de los héroes de nuestro tiempo, los maestros de las grandes ciudades, que luchan con los dificultades educativas de los hijos de inmigrantes, o los policías que mantienen las calles seguras, mientras otra parte trata el tema eterno del ser humano intentando encontrarse como persona. El ciudadano común prueba a resolver sus propios asuntos. Per Olov Enquist (Hjoggböle, 1934), el gran escritor sueco, dramaturgo, crítico y novelista, ofrece en esta novela autobiográfica de no-ficción, un relato sincero de cómo llegó a ser quien es. Su fama, ser considerado un serio candidato al Nobel, permanece en la sombra, mientras el individuo queda dibujado con un lenguaje especial, muy bien captado por los traductores, en el que falta el léxico vivo propio del sur. Sólo quedan los grises y celajes del norte.
Enquist creció en Hjoggböle, un pueblo de doscientos habitantes, del norte de Suecia, a mil kilómetros de Estocolmo, donde hace frío, nieva, y los vecinos apenas se comunican entre sí. Una parte de la población vive guiada por un estricto ascetismo cristiano, la otra mitad existe en un descreimiento absoluto. Los creyentes se reúnen en torno a la iglesia, los segundos prefieren el fútbol en terrenos encharcados. Su madre pertenecía a los primeros, e inspirada en los conocimientos y enseñanzas de la Biblia, dará forma, esculpirá, la conciencia del niño, pues su padre muere pronto. Poco a poco, el velo con que la religión tapa el empuje de la naturaleza se irá levantando, y Enquist descubre el pulso vital, mediante el trato con los demás, la energía de su cuerpo joven, el sexo. Aprende así a atender la llamada de la naturaleza, lo que formará una original personalidad que relaciona con facilidad las experiencia anímicas con la realidad.
Este niño, luego un adulto de casi dos metros de altura, excelente deportista, que deseaba ser maestro de escuela como su madre, acaba estudiando el bachillerato. Obtiene después una licenciatura en literatura comparada en la universidad de Uppsala. Su vida le llevará a residir en Berlín, Copenhague, Los Ángeles, París, y Estocolmo. Se casará joven y tendrá dos hijos, para luego unirse en pareja con una mujer danesa, con quien pasará la mayor parte de su vida. Mientras ella trabaja en la televisión y de consejera cultural en Berlín, él desarrolla su labor de escritor, cosechando numerosos triunfos, tanto con sus dramas como con sus novelas. El atractivo de su obra, y en particular de ésta, reside en la sinceridad de la confesión que hace de sus debilidades.
Quizás la más dura de superar fue el alcoholismo. Trató de vencerla en diversas ocasiones, fracasando, porque se sentía superior cuando era incapaz de aceptar que la adición lo dominaba, que no controlaba el impulso de ahogar sus debilidades en la bebida. Al final consigue dejar el alcohol desplegando un acto de valentía emocional enorme. Curiosamente, esta novela que es autobiográfica no viene contada en primera persona, sino en la tercera. Es un poco lo mismo que hizo Carlos Fuentes en La muerte de Artemio Cruz (1962). Naturalmente, le quedarán las secuelas físicas, como un agotado corazón, que le llevará en dos ocasiones a la mesa de operaciones.
Nada tan potente como ese volverse sobre sí mismo para explorar los recovecos oscuros, donde yacen los deseos inconfesables. Su amigo Ingmar Bergman, el famoso director de cine, así como su vecino, al que nunca conoció, Stieg Larsson, el autor de Millenium, han sido geniales rastreadores de las realidades emocionales humanas. Los tres hombres del norte son escritores que viven consigo mismo, buscando el silencio, mientras los escritores del sur se distraen con los mil ruidos que se producen a su alrededor.
GERMÁN GULLÓN - El Cultural ( )

Persoonlijk relaas van de Zweedse auteur (1934-,) over hoe hij zijn moeilijke jeugd en zijn alcolholisme overwon
KIJK:
http://trijntjeblog.blogspot.com/2021/01/leven.html ( )

P O var en av våra största författare. hans språk är så levande och poetiskt. Här en självbiografi som i långa stunder är riktigt intressant men andra delar känns lite tjatiga. Framförallt första åren i hans författarskap innan och när han slog igenom är verkligen bra men andra delen om hans alkoholism känns mer tradig på något sätt. ( )

„Ein anderes Leben“ ist keine gewöhnliche Autobiografie. P.O. Enquist wählt für die Schilderung seines Lebens die „Er“-Form. Dieser literarische Handgriff ermöglicht ihm, quasi als Außenstehender sein eigenes Leben mit kritischer Distanz zu betrachten und es zu einem fesselnden Roman zu verarbeiten, der zugleich ein beeindruckendes zeitgeschichtliches Dokument und die erschütternde Chronik einer Alkoholabhängigkeit ist: Literarisch anspruchsvoll, lehrreich, unterhaltsam, überraschend offen und selbstanalytisch (dabei aber angenehm zurückhaltend und nie denunzierend in der Schilderung von Familie und Weggefährten), mit subtilem Humor und zuweilen (selbst)kritischer Ironie.
Als Leser erhält man einen tiefen Einblick in die Kindheit des „lieben Jungen“ P.O. in der nordschwedischen Provinz im tief religiösen Umfeld der Erwecker-Bewegung in den 30er und 40er Jahren. Man erlebt die sportlichen Erfolge als Hochspringer, die ersten literarischen Höhenflüge, den gesellschaftlichen Aufstieg als angesehener Autor, Journalist und Dramatiker in den 50er und 60er Jahren. Mit dem Chronisten Enquist taucht man in die spannende politische und gesellschaftliche Entwicklung Deutschlands und Schwedens in den 60er und 70er Jahren ein und ist auf Tuchfühlung mit deren Protagonisten. Dem angesehenen intellektuellen Kulturschaffenden Enquist blickt man bei seinen intensiven Kontakten in die europäische und amerikanische Kultur- und Politikszene der 70er und 80er Jahre über die Schulter.
Quasi nebenbei erfährt man, wie Enquists Romane in seinem Lebenweg verankert sind und wie wichtig diese biografischen Anker für sein literarisches Schaffen sind.
Dann das Unfassbare: Auf dem Höhepunkt des Ruhms der schier endlose Absturz in die Hölle des Alkoholismus. Man leidet mit. Die "Wiederauferstehung", als lange schon alle Hoffnung verloren ist, klingt fast wie ein Wunder. Ein neues, ein 'anderes Leben', beginnt.
Nach über 500 Seiten Lektüre klappt man tief berührt und quasi überwältigt das Buch zu. Es klingt noch lange nach. Und man nimmt sich vor, jeden seiner Romane (wieder) zu lesen – mit dem Hintergrundwissen, wie und unter welchen Umständen er entstanden ist. ( )