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Sto caricando le informazioni... Orazioni I-XV e frammentidi Lisias
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Iscriviti per consentire a LibraryThing di scoprire se ti piacerà questo libro. Attualmente non vi sono conversazioni su questo libro. DISCURSOS I .LISIAS VIDA DE LISIAS Lisias es uno de los pocos autores de la literatura grieÂga que proporcionó directamente a sus biógrafos helenÃstiÂcos, acostumbrados por lo demás a distorsionar las obras literarias para aprovecharlas biográficamente, datos reales de su vida y actividades. La mayor parte de los que conoÂcemos, aunque no muy numerosos ni exentos de probleÂmas, sà que son suficientes para darnos la segura sensación de que, por primera vez en la historia de la literatura grieÂga, contamos con una biografÃa relativamente fiable. El mayor problema que plantean, como enseguida veremos, es su localización histórica absoluta y la posición relativa de algunos entre sÃ.Las fuentes con las que contamos para conocer la vida de Lisias son varios discursos del propio orador, varios bosquejos biográficos que dependen, en último término, de la tradición biográfica helenÃstica, probablemente periÂpatética, y algunas referencias sueltas en Platón y Demóstenes. Entre los primeros hay que destacar el discurÂso XII, indudablemente lisÃaco («lo pronunció el propio Lisias», como reza el tÃtulo), en el que trata de conseguir la condena de Eratóstenes, uno de los Treinta, a quien acusa de ser el responsable de la muerte de su hermano Polemarco y en el que ofrece, como es lógico, datos biográfiÂcos incontestables. De gran importanciaes un segundo disÂcurso, el Defensa frente a HipoÃerses, por una esclava, ya conocido por dos referencias de Harpocración , pero cuÂyo contenido desconocÃamos hasta la aparición de sustanÂciosos fragmentos en la colección de Papiros de Oxirrinco. En ellos se confirman algunos datos, que se conocÃan por la tradición biográfica, referentes entre otras cosas a la fortuna del orador y su generosidad y fervor democrátiÂco. En cambio, los otros dos discursos «biográficos» que se atribuyen a Lisias (Contra Arquino y Sobre sus propios beneficios son más problemáticos: no se conserva nada de ellos, se desconoce su cronologÃa relativa e, incluso, se ha pensado que el último puede ser un tÃtulo alternativo Lo que sà parece claro es que estos discursos, aunque no sabem os en qué medida cada uno, constituyen la fuente directa del caudal biográfico helenÃstico del que, a su vez, derivan los dos relatos biográficos más completos que tenemos, el de ,-Plutarco, en la Vidas de los diez oradoÂres y la Introducción del tratado de Dionisio de HalicarÂnaso dedicado al orador El primero es más completo y terminante en alguno de los datos, sobre todo fechas; el de Dionisio es más breve, un poco más cauto y menos comprometido, como demuestra el que añada frases como «se podrÃa conjeturar...» o «si se supone que su muerte...» nessuna recensione | aggiungi una recensione
Literary Criticism.
Nonfiction.
Los discursos forenses de Lisias son nuestra mejor fuente para la vida privada de los atenienses en el periodo clásico y para el derecho ático en todos sus aspectos (clases y naturaleza de los procesos, procedimiento, etc.). De Lisias, que vivió en Atenas como meteco entre 445 y 380 a.C., conservamos treinta y cuatro discursos (sin contar el discurso sobre el amor que Platón le asigna en el Fedro). En la Antigüedad se le atribuyeron más de cuatrocientos, y fue considerado uno de los diez grandes oradores áticos, entre los que se distinguía por su estilo sobrio y claro; los aticistas le oponían, como modelo del decir y argumentar, a las pompas del asianismo y sus metáforas teatrales. En Roma fue el modelo de los partidarios de una oratoria clara y sencilla, frente a una retórica recargada como la ciceroniana. Lisias trató en sus discursos los más variados asuntos, en causas públicas y privadas, y prácticamente en todos los géneros de unas y otras (de ilegalidad, traición, extranjería, impiedad, vejaciones, adulterio, negligencia o mala administración de los bienes de un huérfano, daños por violencia o violación, malos tratos, homicidio, injurias verbales), así como referidas a propiedad y obligaciones contractuales y al derecho de familia (sucesiones, tutela). Lisias fue ante todo un buen abogado de causas privadas, un logógrafo, que asesoraba en cuestiones jurídicas y escribía discursos para que los pronunciaran otros (en Grecia las partes de un proceso debían hablar en nombre propio y personalmente, sin que las representara un abogado). Sus obras forenses nos ofrecen una imagen muy nítida de la sociedad de su tiempo, de esa Atenas democrática donde los pleitos eran frecuentes y los tribunales, un espacio para demostrar la inteligencia y el dominio de la expresión. Para los antiguos, Lisias fue un gran modelo literario en cuanto a la oratoria y a la construcción de discursos: para exponer su teoría de la retórica en el Fedro, Platón lo cita a él. Sus virtudes literarias son las del clasicismo: ocultación de los mecanismos compositivos, con apariencia de sencillez y falta de artificio, pureza del lenguaje ático, precisión, exactitud, sobriedad, claridad expositiva y maestría en la etopeya o mostración del carácter de los personajes. Estos rasgos lo alejan del estilo elevado o patético de Demóstenes (claro que no hubo de enfrentarse a la amenaza del macedonio Filipo ni de exhortar a la defensa de la patria, pues sus clientes eran gentes corrientes con casos cotidianos). En cuanto a la organización del discurso, Lisias brilla en las dos partes centrales (narración y demostración) por su modo de presentar y organizar los hechos y de ir introduciendo las pruebas al hilo del relato. Non sono state trovate descrizioni di biblioteche |
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Google Books — Sto caricando le informazioni... GeneriSistema Decimale Melvil (DDC)885.01Literature Greek and other Classical languages Speeches, addresses, etc., Greek and Classical speeches Greek oratoryClassificazione LCVotoMedia: Nessun voto.Sei tu?Diventa un autore di LibraryThing. |
De Lisias, que vivió en Atenas como meteco entre 445 y 380 a.C., conservamos treinta y cuatro discursos (sin contar el discurso sobre el amor que Platón le asigna en el Fedro).
En la Antigüedad se le atribuyeron más de cuatrocientos, y fue considerado uno de los diez grandes oradores áticos, entre los que se distinguÃa por su estilo sobrio y claro; los aticistas le oponÃan, como modelo del decir y argumentar, a las pompas del asianismo y sus metáforas teatrales.
En Roma fue el modelo de los partidarios de una oratoria clara y sencilla, frente a una retórica recargada como la ciceroniana. Lisias trató en sus discursos los más variados asuntos, en causas públicas y privadas, y prácticamente en todos los géneros de unas y otras (de ilegalidad, traición, extranjerÃa, impiedad, vejaciones, adulterio, negligencia o mala administración de los bienes de un huérfano, daños por violencia o violación, malos tratos, homicidio, injurias verbales), asà como referidas a propiedad y obligaciones contractuales y al derecho de familia (sucesiones, tutela).
Lisias fue ante todo un buen abogado de causas privadas, un logógrafo, que asesoraba en cuestiones jurÃdicas y escribÃa discursos para que los pronunciaran otros (en Grecia las partes de un proceso debÃan hablar en nombre propio y personalmente, sin que las representara un abogado).
Sus obras forenses nos ofrecen una imagen muy nÃtida de la sociedad de su tiempo, de esa Atenas democrática donde los pleitos eran frecuentes y los tribunales, un espacio para demostrar la inteligencia y el dominio de la expresión.
Para los antiguos, Lisias fue un gran modelo literario en cuanto a la oratoria y a la construcción de discursos: para exponer su teorÃa de la retórica en el Fedro, Platón lo cita a él. Sus virtudes literarias son las del clasicismo: ocultación de los mecanismos compositivos, con apariencia de sencillez y falta de artificio, pureza del lenguaje ático, precisión, exactitud, sobriedad, claridad expositiva y maestrÃa en la etopeya o mostración del carácter de los personajes.
. Estos rasgos lo alejan del estilo elevado o patético de Demóstenes (claro que no hubo de enfrentarse a la amenaza del macedonio Filipo ni de exhortar a la defensa de la patria, pues sus clientes eran gentes corrientes con casos cotidianos). En cuanto a la organización del discurso, Lisias brilla en las dos partes centrales (narración y demostración) por su modo de presentar y organizar los hechos y de ir introduciendo las pruebas al hilo del relato....