DIÁLOGOS . TOMO III

ESTAMPA SOCRATICA

SOKRATES:
-He sabido que te marchas de Atenas, Euripides, me
he apresurado a venir. Este joven que me acompaña es
Platón, el pariente de Kritias, de quien te hablé hace dias
a propósito de que quisiera saber tu opinión sobre la
tragedia que ha escrito y que te traje. Y aunque tu
cio, claro está, le interesa en extremo, no es saberlo lo
que nos ha traido, que bien comprendemos que tal vez
no sea ya la ocasión adecuada para esto, distraido como
estarás por la preocupación de preparar un viaje largo
como el que por lo visto vas a hacer; mas como él tenia
vivisimo interés en conocerte y vo no menos, pues bien
sabes cuánto te admiro y cuánto te quiero, Eurtpides
porque no partieses sin despedirme de ti, aqui hemos
venido.

Es que crees que me hubiese alejado, Sókrates-re-
plicó el anciano tras de escrutar un instante a Platón con
sus ojos profundos, entre huraños afligidos-, sin llo-
marte? A nuestra edad, la Parca tiene siempre la tijers
dispuesta, y por si se le antoja y no nos volvemos a ver...
-su voz se veló al tiempo que sus brazos se abrian y
durante unos instantes los dos amigos juntaron sus pe-
chos, diciéndose mucho sin decirse nada.
-iDs cierto que te vas a Macedonia?-rompió al fin
Si. Me llama Archelaos y aqui poco me retiene. Mol
Sókrates retiene el lazo de los desengaños y de las amarguras. A
los atenienses les basta con Aristófanes a mi con que,...