Una novela policíaca en donde la trama policial es lo menos relevante. La autora es incapaz de provocar en el lector incertidumbres y suposiciones respecto a quién puede ser el asesino. Ni siquiera parece destacable la resolución del caso, tan sólo como cierre de la obra.
Parece que toda la novela y el aparente argumento es una excusa para hablar del movimiento kibbutz, convirtiéndose en el auténtico tema argumental. Aquí la autora, sin explayarse en demasía en explicaciones farragosas, es una novela y no un ensayo, describe bastante bien lo que es un kibbutz, su desarrollo, sus virtudes y carencias, sus contradicciones y tensiones internas, la posibilidad o dificultad de cambios estructurales profundos en el movimiento dentro del seno de la actual sociedad israelí,…
En suma, una mediocre novela policíaca pero una excelente introducción para quién esté interesado en esa mezcla de socialismo y sionismo que dio origen y sustentó el desarrollo durante décadas del movimiento kibbutz y en alguna medida del estado de Israel. ( )

Batya Gur vuelve a presentarnos al comisario israelí Michael Ohayon, ahora decidido a resolver un crimen que ha tenido lugar en una sociedad compleja y cerrada: el kibbutz. Informado repetidamente de que «quien no haya vivido en un kibbutz no puede comprender cómo es la vida allí», Ohayon penetra con mayor determinación el espíritu del mundo que debe investigar. De forma gradual, revelando poco a poco los secretos del kibbutz, desenmascarando todas las contradicciones de este estilo de vida tan idealizado, Batya Gur logra crear una ingeniosa y original novela policiaca que examina la crisis de fe política e ideológica de la sociedad israelí a través del fascinante mundo del kibbutz.

Ein Kibbuz als friedliches Modell einer besseren Welt entpuppt sich als wahrhaft mörderisches Pflaster. Inspektor Ochajon soll den Tod der schönen Kibbuz-Sekretärin untersuchen, die an einer Überdosis Pflanzenschutzmittel starb. Schritt für Schritt tastet er sich in den abgeschotteten Kosmos des Kibbuz vor und stellt fest, daß hinter der Fassade von Harmonie und Solidarität tödliche Konflikte lauern...

This time Michael Ohayon must solve a mysterious death on the kibbutz. The secretary for the commune was poisoned. Before Michael comes on the scene you learn that the 50 year old kibbutz has been going through some controversial changes. Meetings are now televised so that members can "attend" in their rooms. There is a new open-air theater. Outsiders are being hired to help in the infirmary & fields. What used to be plum fields are now for cacti grown for the cosmetic factory where many kibbutz members work. But, probably the biggest change is the one yet to come. There is talk of creating a separate house for the elderly members of the kibbutz. For years there has always been a sleeping house for children and a house for adults. The elderly have never been separated before. Osnat, the murder victim, was spearheading this change. Michael Ohayon is still the coffee addicted lonely investigator. ( )

Per investigar un assassinat l'inspector Ohayon entre de ple en la vida del kibbutz i poc a poc desvelarà els secrets i contradiccions d'un estil de vida idealitzat. El xoc entre dues generacions,els fundadores i els seus successors i la crisi de fe política i ideològica de la societat israeliana. ( )