De las dos obras que contiene este volumen, "Ismaelillo" y "Versos sencillos" me parecieron muy, muy bellos. "Versos libres", aunque bello también, es demasiado largo para mi gusto.
Martí tiene el don de hacer poemas aparentemente simples, muy digeribles y conmovedores. Aunque me pareció más romántico que modernista, su obra parece estar a caballo entre las dos corrientes. Su compromiso ideológico que nota en sus versos, pero nunca molesta, más bien enriquece muchos de los poemas.
Muy recomendable. ( )

Yo soy un hombre sincero
De donde crece la palma,
Y antes de morirme quiero
Echar mis versos del alma.
Así comienza Versos sencillos (1891), obra de madurez de José Martí (1853-1895), poeta y revolucionario cubano en el arte y la política.
Ese “yo” se llama todos, no por caída en lo impersonal sino por asumir en sí el universo, por un sentir que ” crece en mi cuerpo el mundo“. Y desde esa experiencia interiorizada capta una visión del mundo que los otros no ven.
En Ismaelillo (1882), el hijo ausente ocupa el centro de las preocupaciones del padre: Hijo, espantado de todo, me refugio en ti.
Versos libres (1882) son versos de métrica libre, producidos por un hombre de libertad. ( )