Gudrun Pausewang (1928–2020)

Deeply unsettling and horrifically plausible. I don't think this is a book to enjoy, but it is most certainly a cautionary tale, the moral being "we reap what we sow." In our post-cold war era we have to a large part forgotten the ongoing threat of nuclear war, it is still there.

"La escuela que Gudrun Pausewang describe en este cuento no es lo que estamos acostumbrados a ver porque, sencillamente, no existe. De todas formas, a muchos nos gustaría haber aprendido a domar monstruos, a reconocer huellas, o a hacer magia y a soñar, tal como aquí se propone" (Cuadernos de Literatura Infantil y Juvenil, CLIJ).

Como todos los fines de semana, Anna, una estudiante alemana en tiempos de la Segunda Guerra Mundial, vuelve a su pueblo para pasar unos días con los suyos. Camino hacia casa descubre unas huellas en la nieve que conducen directamente a la granja familiar. En el granero descubre a un hombre enfermo. Se trata de un prisionero de guerra huido. Un ruso. Un enemigo. ¿Qué debe hacer ella? Anna toma una decisión que traerá graves consecuencias.

Eine spannende Katastrophengeschichte, die auch als Bildungsroman gelten soll.